EL LEVANTAMIENTO DEL 1 DE ENERO DE 1958

 El levantamiento militar del 1 de enero de 1958

Preámbulo de la Insurrección popular


(Publicado por primera vez en Tribuna Popular Impresa

El 14 de diciembre de 2017 de 2018. Nro. 2.988)


Wladimir Abreu

Profesor de historia


Al amanecer del 1 de enero de 1958 aviones a reacción Havlland Venom 112 de la Fuerza aérea sobrevolaron Caracas ametrallando el palacio de Miraflores y la sede de la Seguridad nacional, en coordinación con la guarnición de Maracay al mando de Teniente Coronel  Hugo Trejo. Dos unidades blindadas se sumaron al levantamiento en Caracas pero extrañamente en vez de tomar Miraflores partieron a Maracay.

Estos oficiales estaban comprometidos en una acción para derrocar la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, pero la falta de coordinación y el no haber estrechado lazos con la Junta patriótica-que ya coordinaba para la fecha las fuerzas populares-hizo fracasar la rebelión.  El Coronel Hugo Trejo depuso las armas en Maracay, la marina se mantuvo expectante y los trece aviadores rebeldes decidieron partir para Barranquilla.

La acción militar fue una reacción directa al plebiscito fraudulento de diciembre de 1957, que buscaba legitimar la permanencia de Pérez Jiménez como presidente de la Republica.

Pare el momento del alzamiento los oficiales de las fuerzas armadas estaban divididos en res tendencias; los leales al régimen, los que propugnaban la salida de Pérez Jiménez pero sin cambiar la dirección militar del gobierno y los que querían derrocar a la dictadura y dar cauce a una salida democrática popular.

Este levantamiento puso en evidencia la situación de las Fuerzas Armadas ante la dictadura pro-imperialista de Pérez Jiménez, desencadenando una serie de acontecimientos relevantes.


ULTIMOS DIAS DE LA DICTADURA

Fracasada la intentona, el alto mando dirigido por el general Rómulo Fernández le exigió a Pérez Jiménez  un cambio de rumbo en la política del gobierno, la reorganización de gabinete ejecutivo y una mayor participación militar en el mismo, provocando una crisis en el poder hasta entonces absoluto de Pérez Jiménez.

Esto se reflejara poco después en un conjunto de acciones y movimientos militares que terminaran de erosionar el poder monolítico de la dictadura sobre el país y las FFAA. Así el 9 de enero se alzó en La Guaira un grupo de oficiales de la marina, quienes hicieron zarpar cinco destructores de la flota; sin embargo, los marinos depusieron su actitud a cambio de la salida del gobierno del ministro de relaciones Interiores Laureano Vallenilla Lanz y de pedro Estrada el jefe de la Seguridad Nacional.

El 13 de enero, Pérez Jiménez reestructuró el gabinete, detuvo al general Rómulo Fernández, lo expulso del país y asumió directamente el Ministerio de Defensa, que había ocupado Fernández hasta el 10 de enero. Esto ocasiono un mayor malestar en las FFAA, las cuales demostraron desde entonces su frustración con el régimen e hicieron  saber que no seguirían siendo “andamiaje armado de la dictadura”.

Así cuando el 21 de enero de 1958 la Junta Patriótica convoco a la huelga de prensa y la subsecuente Huelga General, las Fuerzas armadas se rehusaron a reprimir a la población. Desde ese momento la dictadura solo conto con la Seguridad Nacional, algunas Unidades de la Guardia Nacional y la policía. Ya desde el 1 de enero los soldados, marinos y aviadores, hijos del pueblo se habían pasado al bando popular y democrático, abonando el terreno para los sucesos decisivos del 23 de Enero.


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