SOBRE LA OBRA DE EH CARR ¿QUE ES LA HISTORIA?

 


SOBRE LA OBRA DE EH CARR

¿QUE ES LA HISTORIA?

Profesor de Historia  Wladimir Abreu

 

(Imagen musa Clío)

Edwuard Hallet Carr  en su obra  ¿Que es la Historia?, compilación de una serie de conferencias realizadas en la Universidad de Cambridge en 1961; este texto es una pieza fundamental de la ciencia histórica moderna y de la filosofía de la historia, que ha resistido con mucha entereza las embestidas tiempo, del irracionalismo y el relativismo postmodernista de finales del siglo XX y comienzos de XXI obra de referencia obligada a todo interesado en el saber histórico.

EH Carr comienza exponiéndonos  las visiones de dos historiadores ingleses;  John Emrich Edward Acton un positivista que creía en la posibilidad de crear una historia definitiva y completa; y la postura de Sir George Clark escéptico de la historia definitiva y convencido, que en cada generación se profundiza el conocimiento de la historia.

El positivismo en su ardorosa defensa de la historia como ciencia, implanto  un culto excesivo de los hechos en sí mismo, de la comprensión objetiva e imparcial de los hechos, con la cual se llegaría a la verdad histórica. El conocimiento en historia se encuentra en los hechos y estos se reflejan en los documentos, esta será la máxima del positivismo.

En líneas generales los hechos históricos tienen una definición común para todos los historiadores, como acontecimientos relevantes y significativos en la historia; las diferencias comienzan surgir cuando los historiadores aplican sus propias visiones para evaluar la importancia de uno y otro acontecimiento.

Muchas veces la percepción de un hecho histórico es el producto de años y siglos de construcción teórica de cronistas e historiadores. La historia del  mundo medieval y su “religiosidad” es el producto de décadas de influencia de historiadores apegados a la visión de la iglesia sobre esa época; pero aun sobre la precepción del mundo medieval quedan muchos espacios grises, lo que no niega la influencia de la religión en ese periodo,  pero la edad media no fue solo RELIGIÓN.

En esto influye notablemente esa concepción histórica de culto a la fuente documental, que precede al positivismo y que luego es potenciada por este; lo que no dicen los positivistas, es que el documento generalmente nos comunica solo la opinión del autor y que muchas veces a la hora de recopilar los documentos pueden operar ciertas discriminaciones que le dan más valor a ciertos documentos, mientras otros pueden ser menospreciados.

EH Carr nos detalla el caso del ministro de asuntos exteriores de la República de Weimar en la Alemania de la primera postguerra mundial, Gustav Stresemann, este hombre dedico una gran labor diplomática en el manejo de la relaciones entre Alemania y la Unión Soviética; pero la historiografía occidental solo toma en cuenta su trabajo diplomático con el mundo occidental e ignora toda su actividad diplomática con la antigua URSS:

“Por otra parte, la política oriental de Stresemann, sus relaciones con la Unión Soviética, parecían no haber llevado a ninguna parte, y como no eran muy interesantes ni engrandecían en nada la fama del estadista, aquellos montones de documentos acerca de negociaciones que no dieron más que triviales resultados, el proceso de selección podía ser más riguroso. En realidad Stresemann dedico una atención mucho más constante y solicita a las relaciones con la Unión Soviética, que desempeñaron un papel mucho mayor en el conjunto de su política extranjera (…).  (Carr, 1973. Pag 23)”

 

He aquí el resultado que nos plantea el autor de la relación entre eventos históricos y los documentos, y como los documentos pueden ser tratados a la hora de recopilarlos y trabajarlos.

EH Carr nos resalta tres elementos a entender sobre los hechos históricos:

a)         Los hechos históricos  nunca nos llegan directamente, ni en estado puro siempre hay un canal de transmisión.

b)         La comprensión de las mentes de los hombres que participaron en esos eventos históricos.

c)         Siempre captamos la historia pasada con la percepción que tenemos de las cosas en nuestra época.

 

La sociedad y el individuo.

Según Carr, esta es una unidad inseparable, la sociedad humana y los individuos que la componen no pueden comprenderse de manera separada. Lo que admite el autor es que en las sociedades más primitivas el individuo se dispersa mas por la poca especialización y desarrollo de las actividades; en las sociedades más desarrolladas y complejas puede notarse una mayor diferenciación entre los individuos debido a las diversas y múltiples actividades que pueden desarrollar las personas.

El culto al individuo, es una construcción que surge a partir del renacimiento, cuando comienza a percibirse al individuo más allá de ser parte de un pueblo, raza o religión, y este individualismo se va a emparentar con la concepción del individuo que nacerá con el capitalismo.

Incluso cuando comienza el debate en torno a la libertad individual, este debate en el fondo es una pugna entre grupos y clases que buscan imponer su poder e ideas. Carr nos comenta que esta relación individuo-sociedad tiene su expresión en las diversas maneras en que los historiadores asumen el conocimiento del pasado.

“El historiador, pues, es un ser humano individual. Lo mismo que los demás individuos, es también un fenómeno social, producto a la vez que portavoz consciente o inconsciente de la sociedad a que pertenece; en concepto de tal, se enfrenta con los hechos del pasado histórico.  (Carr, 1973. Pag 47).”

 

Considera EH Carr que la concepción histórica del gran individuo, el gran personaje histórico, suele ser el camino más sencillo y cómodo para explicar los acontecimientos que puede tomar un historiador; esta es la tendencia muy común en la historia oficial venezolana plagada de hagiografía y culto a los héroes;  en vez de intentar comprender las profundas y variadas  causas de un acontecimiento.

 

Historia ciencia y moralidad.

En los siglos XVIII y XIX, la ciencia se fue organizando sobre la base de las leyes de las ciencias naturales. En el campo de quienes se dedicaban a estudiar  la sociedad, ansiosos de darle a sus estudios el nivel de ciencia se trasladaron los mecanismos y el lenguaje de las ciencias naturales. Primero en la economía se empezó a hablar de las leyes del mercado y el comercio; Malthus de leyes del crecimiento poblacional y en la historia Buckle afirmo que “la sociedad humana se rige por un principio de regularidad universal e inmutable”.

De este proceso de aplicación de los métodos de las ciencias naturales, comenzara la polémica en torno a la periodización de la historia; en cierta manera periodizar la historia es una necesidad académica y mental para estudiarla, los problemas comienzan cuando esta periodización toma formas dogmáticas y esquemáticas; esto también vale para aquella historia que es dividida según criterios geográficos, por ejemplo la historia de África o América.

La historia igual que el resto de las ciencias recurre a las generalizaciones, tanto al estudio de eventos particulares; se puede estudiar la I Guerra Mundial, así como se puede estudiar qué es una guerra a lo largo de la historia humana.

La historia no sirve para predecir el futuro, esto es una realidad, lo cual no significa que la historia pueda darnos información de porque sucedieron tal o cual evento y esto nos sirva para comprender las consecuencias de los acontecimientos del presente y guiar nuestro accionar pensando en el futuro; comprendiendo que las “Leyes de la Historia” no son igual a las leyes de las ciencias puras, pero la historia humana tiene su racionalidad y su perspectiva científica, a pesar de los planteamientos del irracionalismo postmodernista.

La historia y sus conclusiones influyen notablemente en el presente, pues la humanidad  debe comprender los eventos del pasado y así visualizar los posibles desenlaces de tal o cual evento. La historia jamás es ingenua o inocente, aunque algunas veces lo parezca. Por eso las valoraciones morales y éticas son producto de cada época, de las mentalidades de las personas y de los historiadores, de las posiciones que ellos ocupen en la sociedad, de su perspectiva de clase, de sus proyectos políticos y filosóficos.

Referencia Bibliográfica:

CARR EH. ¿Qué es la Historia? Editorial Seix Barral, S.A. 1973.

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