CUANDO EL ENEMIGO ES EL MENSAJERO
(publicado por primera vez el el 19/06/2020 en Aporrea)
El parafraseo de un poema de Bertolt Brecht, en las redes sociales carabobeñas, "Cartas de un obrero que lee" –pieza recomendable como crítica al culto a héroes–, se ha convertido en la excusa para una oleada de ataques contra el autor del parafraseo, y contra quienes emiten opiniones diferentes a las simples loas a alcaldes, gobernadores y presidentes, no soy yo el autor del parafraseo, pero me siento aludido por ser parte de ese conjunto de personas convencidas de que no es un delito señalar los errores y desaciertos, sino más bien es una ayuda para quien comete el error.
La crítica y el debate de las políticas públicas nacionales y regionales, incluso en una democracia formal, debe ser un hecho común y cotidiano, no pueden haber nombres Y HOMBRES sagrado, intocables ya han pasado muchos siglos desde cuando pronunciar el nombre de "Yahvé" implicaba una condena a muerte.
Personajes muy cercanos a los gobernantes han establecido la norma de matar al mensajero, pues su temor no es el error o el abandono de un programa revolucionario, su temor es el mensaje, que se divulgue el error, el desacierto y el abandono del camino revolucionario, si alguna vez lo tuvieron.
A raíz de la polémica, los defensores de la burguesía "revolucionaria" y de la adaptación tropical del personaje de Bram Stoker, lanzan su andanada de argumentos "de alto calibre teórico" contra todo aquel que ose horadar la honra del panteón revolucionario local.
A continuación hay una selección de los "brillantes" argumentos, los cuales son sometidos a crítica, que también está en la posibilidad de ser criticada.
"CUANDO UNA PROBLEMÁTICA ES BIEN MANEJADA POR LA POLÍTICA ESTATAL, QUE EN MEDIO DE ESTE BLOQUEO ES UN PROEZA (…), MUCHXS SE ABALANZAN A HACER APUESTAS SOBRE CUÁL SERÁ LA POSTERIOR CALAMIDAD"
Si alguna problemática venezolana ha estado o está bien manejada por la política estatal –con la continuidad que significa tener al mismo grupo político durante 21 años en el gobierno–, lo lógico sería que hoy no existiera esa problemática; quizás otras, pero no las mismas. Por eso no especifica cuáles han sido las "geniales medidas" con las que el gobierno supuestamente enfrentó y resolvió alguna problemática.
Lo que sí es cierto es que la explotación y refinación del gas doméstico, la refinación de gasolina, la explotación de petróleo, la generación de energía eléctrica, la telefonía, las industrias petroquímicas y las básicas de Guayana, llevan una espiral descendente de casi una década, y esta crisis ha sido denunciada por los propios trabajadores, por fuerzas políticas aliadas del gobierno, incluso por altos funcionarios gubernamentales. La realidad es que, luego de más de dos décadas de gestión de este grupo político, la situación de estas industrias es caótica. Esto lo padece el pueblo y lo resentirán las próximas generaciones.
Si el "bloqueo imperial" es el que nos impide tener gasolina, cómo es que una nación como Irán –sometida a sanciones económicas desde 1979, que vivió una guerra con Irak desde 1980 hasta 1988, que está bajo real amenazaba de intervención militar, que mantiene una guerra con los talibanes y participa en la guerra civil de Siria–, ese mismo Irán, ¡nos suministra gasolina!. Aquí hay algo que no cuadra.
"SE TRATA DE PERSONAS, CUYO FIN ÚLTIMO NO ES DISCUTIR PROPUESTAS, YA QUE DE APUESTAS CON VISIONES APOCALÍPTICAS Y OPINIONES DESTEMPLADAS NO PASAN"
¿Es en serio?, ¿será que estos "compañeros", a lo largo de años y años, no se ha enterado de ninguna de las miles de propuestas que han hecho disímiles organizaciones revolucionarias, agrupaciones, colectivos, frentes campesinos y obreros, intelectuales, sindicatos y personas que hasta con marchas han llegado a Miraflores llevando toneladas de denuncias y planteamientos?
Nacionalización de la banca y el comercio exterior bajo control y propiedad obrera; eliminación del IVA; reformulación del impuesto sobre la renta y pechar más a los grandes capitales; uso del aumento de la gasolina para un subsidio directo a las familias más desposeídas; salario mínimo igual a la canasta básica; inconveniencia de los créditos adicionales y necesidad de una planificación central de la economía y los presupuestos; establecimiento del control obrero en las grandes empresas vía consejos de trabajadores; ley de los consejos de trabajadores; rechazo a la entrega del Arco Minero al capital extranjero y uso racional de los grandes recursos mineros nacionales; por sólo citar unas cuantas propuestas.
Quienes no quieren discutir propuestas son otros, sobre todo porque esos "otros" tienen otras propuestas y otros programas muy lejanos a los intereses de la clase obrera y el pueblo venezolano.
"TODO LO DESPACHAN EN UNA QUEJA QUE NO SUPERA TRES LÍNEAS"
Aquí hay la insinuación de que aquellos que critican son incapaces de articular ideas, son brutos, analfabetas que no entienden las complejas y transdisciplinarias realidades que agobian al gobierno nacional sometido a una "guerra de cuarta (o quinta o sexta) generación" en pos de construir un mundo multipolar, pluri-hegemónico y antipatriarcal. Algo así como: ¡Ustedes, ignorantes, que no comprenden las jugadas y estrategias geniales del gobierno!
Ergo, quien critica es porque es ignorante. Así son despachadas las críticas y aportes de amplios sectores del movimiento obrero venezolano.
"VAN DE FRENTE CONTRA TODO AQUEL (…) QUE APOYE AL GOBIERNO, (…) Y PARA JUSTIFICAR DICHA ABERRACIÓN, BUSCARON LA SOLUCIÓN, "EL MADURISMO" CATEGORÍA CON LA QUE SE QUITAN DE ENCIMA LA DESGRACIA DE LLAMARSE OPOSICIÓN"
Ya es clásica la descalificación hacia aquellos que argumentan, con elementos, los errores y equívocos de una gestión; ni por asomo se toma en cuenta la crítica y menos aún se corrigen las fallas, o que se demuestre con argumentos la invalidez de la crítica. ¡No, nunca jamás!, ¡quien critique es de la CIA!
Siempre he imaginado que si estas personas hubieran sido el capitán del Titanic en 1912, seguramente hubieran condenado a prisión por sabotaje imperialista al vigía del barco cuando grito: ¡Iceberg a la vista!
Siempre argumentan el tema de bloqueo, todo lo malo que ocurre en Venezuela es culpa del bloqueo; el bloqueo destruyó la industria eléctrica, PDVSA, PEQUIVEN y todo lo que en algún momento llegó a medio funcionar. Pero olvidan que las primeras sanciones económicas reales contra Venezuela comenzaron el 25 de agosto de 2017, con la Orden Ejecutiva 13808. ¿Será que antes de esa fecha no había problemas de energía eléctrica, distribución de gasolina, gas doméstico e inflación? ¡Las sanciones económicas apenas llevan tres años! ¿Será que también dirán que el derrocamiento de Medina Angarita fue a causa de las sanciones de Trump?
Obviamente uno no niega que las sanciones del gobierno de EEUU agravan mucho la situación, pero adjudicar todos los problemas al bloqueo es un supremo acto de irresponsabilidad y evasión.
"ESTA GENTE ENTRÓ EN UN NIHILISMO POLÍTICO QUE NIEGA TODO"
Si lo negáramos todo, negariamos la existencia de la crisis y de la problemática existente en el país. Creo que esta conclusión, es producto de un manejo terminológico elemental, casi de diccionario; se confunden términos de raíz filosófica y política y se trasplantan, de mala manera, para intentar descalificar al contrario. En política el nihilismo es anarquismo y es rechazo de toda norma, ley, ideología o Estado.
Precisamente por no aplicar el nihilismo en la política, según la visión de ellos, es porque no negamos la existencia de cosas, las realidades y los programas; es que expresamos problemas que no están en nuestras mentes o en nuestro "malsano deseo de causar caos y destrucción", como cierto personaje de caricaturas.
Un grave y real problema de la situación política venezolana es la perenne evasión de la responsabilidad, nadie es responsable de las crisis que sufrimos, y cuando algún funcionario nacional es reconocido como culpable de algo en algún sector político o económico del país, es porque ya está a buen resguardo en otra nación con los bolsillos bien llenos del erario público.
Si en época de Stalin los contrarrevolucionarios eran descubiertos y apresados en el ejercicio de sus funciones, en Venezuela los contrarrevolucionarios sólo son descubiertos luego de que se escapan del país.
"COMO COSA EXTRAÑA EN SU MAYORÍA ABANDONARON ESPACIOS"
¿Qué se entiende por "espacios"? ¿Es que acaso la sociedad venezolana está constreñida a las organizaciones sociales y políticas derivadas del PSUV? ¿Será que fuera de esos espacios hay vida en la tierra y por ende en Venezuela?
Confundir el ombligo político propio con la sociedad venezolana conlleva a un grave problema de enajenación. La formación histórica social venezolana es algo mucho mayor a un partido político nacido en el año 2007, un partido de innegable relevancia en la política actual venezolana, pero que no es la sociedad venezolana.
Venezuela es un conjunto de clases sociales y un conjunto de relaciones de producción y de relaciones políticas que se han amalgamado en casi cinco siglos se historia. De la sociedad venezolana es muy difícil sacarnos o irnos, en primer lugar porque somos parte ella; salvo la muerte o la ida del país, es complejo abstraerse de la sociedad venezolana, y si lográramos irnos del país seguramente pararíamos en otra sociedad con sus clases y sus relaciones político-sociales particulares.
Detrás de este discurso del abandono de los espacios se oculta la lógica de "quien no está conmigo" está fuera de la sociedad, fuera de la ley y fuera de la patria, y ya todos sabemos cuál es el destino que se le reserva a los que están fuera de la ley.
"COMPAS Y COMAS... BIEN HICIERON EN APARTARSE"
Decía el gran historiador marxista venezolano Juan Bautista Fuenmayor, que uno de los grandes éxitos políticos del siglo XX fue el que realizaron los dirigentes del partido Acción Democrática al hacerle creer a los venezolanos que el país se dividía entre adecos y copeyanos, haciéndoles olvidar la división real de la sociedad venezolana que era y es de: burguesía y proletariado.
Hoy los nuevos socialdemócratas del siglo XXI pretenden hacernos creer que el país se divide entre "nosotros" y los demás, y eso se hace deliberadamente con la intención de evitar que el pueblo comprenda la división real entre burguesía y proletariado.
Esta verdad causa temor en los nuevos socialdemócratas, debe ser ocultada, para justificar su deriva burguesa y entreguista en la que ha caído la dirección del Estado y en la que han caído quienes nos atacan. Quienes nos acusan de apartarnos del camino, sólo quieren ocultar el camino que han tomado, el camino de conciliación con la burguesía y los terratenientes.
Por mi parte, hace años ubiqué mi trinchera junto a mis camaradas del proletariado venezolano, no porque soy quien los dirige, sino porque soy uno de ellos, de quien Marx decía: "están libres de toda propiedad y sólo tienen su fuerza de trabajo".
¡LA CLASE OBRERA TRIUNFANTE NUNCA OLVIDARÁ A SUS TRAIDORES NI A SUS VERDUGOS!
Wladimir Abreu
Profesor de Filosofía en la Universidad de Carabobo
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