¿Sigue siendo válido hablar de izquierda y derecha en Venezuela?

 


¿Sigue siendo válido hablar de izquierda y derecha en Venezuela?

Una pequeña pastilla pare  debate de la filosofía política

Wladimir Abreu profesor de historia

miembro del Comité Central del PCV

 

Nacida en el marco de la Gran Revolución Francesa de 1789, la dicotomía izquierda- derecha expresaba la pugna entre los partidarios del Ancienne Regime (la derecha) y los republicanos revolucionarios, los jacobinos (izquierda); unos querían mantener los viejos elementos absolutistas, clericales y monárquicos; los otros implantar la república, la nación política, la ciudadanía y barrer el pasado .

Hoy en día sin embargo, dos siglos y medio después del nacimiento de estos conceptos, su significación se ha transformado notablemente por el paso del tiempo y los eventos históricos, la consolidación del capitalismo y el estado liberal burgués; el surgimiento del marxismo, la Revolución Bolchevique; el auge y caída de la URSS; la implantación a escala global del individualismo liberal burgués en el ámbito cultural-sociológico más su contraparte económica, la síntesis neoclásico-keynesiana, junto  al auge de las posiciones anarco-capitalistas de la escuela austriaca de economía; todo esto ha hecho, que ya no se sepa muy bien que es izquierda o derecha; porque además  izquierda y derecha en nuestro tiempos, se han dedicado a librar una especie de lucha teatral que jamás pone en riesgo o cuestiona el capitalismo.

La simpleza argumentativa de los grandes medios de comunicación global hacen creer que izquierda es intervencionismo estatal en economía o que derecha sea libre mercado y derechos individuales; de ser eso así, Nelson Mandela y los comunistas de Congreso Nacional Africano, eran de derechas por luchar contra el Apartheid y por los derechos de los negros surafricanos y el Káiser Guillermo era de izquierdas por ejercer en su tiempo un control centralizado en la economía alemana durante de la Primera Guerra Mundial. Los jacobinos en la Revolución Francesa serian de derechas por aquello de los derechos del hombre y el ciudadano y Pérez Jiménez de izquierda, por su intervencionismo estatal.

Izquierda y derecha sirve para que en un eje de coordenadas se clasifiquen las agrupaciones políticas, a veces con criterios muy subjetivos y polémicos; pues en Venezuela tenemos un “gobierno obrero” que persigue a trabajadores que luchan por  un salario que les permita comer y acusa al Partido Comunista de ser agente del imperialismo yanqui.

A su vez el Gobierno “antimperialista y socialista” de Nicolás Maduro se ha convertido en el adalid de la flexibilización laboral, el aniquilamiento de un siglo de conquistas laborales, en feroz impulsor del “emprendimiento individual” y la exoneración de impuestos a los grandes empresarios, quizás como ciertos postmodernos que plantean que el lenguaje crea la realidad, el socialismo de Maduro existe por el mero hecho de pronunciarlo tres veces, de la misma forma que se materializaba “Bettlejuice”.

Para acrecentar la confusión mucha oposición de “derechas” al gobierno de Maduro, aplaude las medidas económicas del “rrregimen”; alguna otra oposición de “izquierda” como el Movimiento al Socialismo, felicita al Maduro por desmontar el funesto “Socialismo”, y las pregunta subsiguientes son: ¿Cuál socialismo?, ¿Cuándo hubo socialismo en Venezuela? Y si el socialismo es tan nefasto, ¿porque se siguen llamando Movimiento al socialismo?; indudablemente el binomio conceptual izquierda- derecha en Venezuela, ya no es suficiente.

Hoy ser de derechas en “stricto sensu” seria luchar por el feudalismo o la monarquía absolutista y plantear eso en estos tiempos es ya un absurdo; mas por derecha hoy en día, se entiende a una fauna cavernaria que en lo único que se separa de la izquierda socialdemócrata hegemónica, es los temas culturales sociológicos, un “izquierdista del status quo” será vegano y se indignara por el maltrato animal y un derechista del “status quo comerá carne” y pensara que la tierra es plana; eso si ambos pensaran que es sensato y económicamente necesario aumentar la edad de jubilación, reducir costos salariales y privatizar los fondos de pensiones; y por supuesto ambos jamás se cuestionaran una sociedad diferente a la capitalista. Esta dicotomía que hegemoniza el debate político es producto del máximo desarrollo del capitalismo y la implantación cultural de su visión hegemónica del mundo, bien decía Engels que el estado democrático burgués seria el escenario de la batalla última.

La forma más elevada del Estado, la república democrática, que en nuestras condiciones sociales modernas se va haciendo una necesidad cada vez más ineludible, y que es la única forma de Estado bajo la cual puede darse la batalla última y definitiva entre el proletariado y la burguesía, no reconoce oficialmente diferencias de fortuna. (Engels. Origen de la familia, la propiedad privada y el estado)

La “izquierda hegemónica” ha renunciado a toda transformación radical de la sociedad y ha caído en brazo de los nuevos “ismos”: identitarismo, ecologismo, veganismo, indigenismo; no es que los temas dela sexualidad, la ecología y culturales-étnicos sean irrelevantes, sino es que ninguno de esos temas pueden resolverse sin plantearse soluciones a escala de transformaciones reales de la base material de la sociedad.

La “derecha hegemónica”  en su variante más extrema ha renunciado a su vez a todo cuestionamiento programático serio y posee un  discurso estrafalario, neoreligioso, con teatralidad anticomunista, que oculta con frases altisonantes su vacío teórico.

Hoy en día “izquierda” y “derecha” se retroalimentan, y ocultan una realidad que cada día se hace más evidente en Venezuela, el carácter de clases de la sociedad venezolana y la profundización de la lucha de clases, desde el 9 de enero de este año, hoy en día los maestros más los trabajadores de la salud, y en conjunto de la clase obrera han puesto en evidencia que la división real en Venezuela no es de izquierda /derecha; sino entre trabajadores y el patrón, entre maestros y el gobierno nacional, entre la clase obrera y la burguesía.

Todo proyecto político que no comprenda la estructura de clases en Venezuela, sus luchas y contradicciones, estará condenado en navegar en el laberinto de la crisis hasta la eternidad o hasta el colapso general, las fuerzas del capital que lo comprenda, usara ese conocimiento para sofocar la lucha de los trabajadores, las fuerzas de la clase obrera que lo comprenda lo usara para darle una salida en función de los intereses de los trabajadores.

Hasta en el conocimiento hay lucha de clases.

 

Twitter: @vladabreu1917

Email: vladimirabreu@hotmail.com

 

Valencia 23 de enero de 2023.

 

 

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