77 años de la derrota del fascismo y la nueva ultraderecha
77 años de la derrota
del fascismo y la nueva ultraderecha
Wladimir Abreu
profesor de Historia y miembro del CC PCV.
El 9 de mayo de 1945 capitula la
Alemania nazi, sin desmérito a otros pueblos, fue la Unión Soviética quien
llevo la mayor carga en este esfuerzo, así lo testimonian sus 27 millones de
muertes, y la mas de 7 millones de bajas alemanas en el frente oriental.
Si contamos los aproximadamente
20 millones de chinos muerto en la guerra, Holliwood nos ha mentido un poco
sobre lo que fue la Segunda Guerra Mundial, pues el metraje cinematográfico
dedicado al frente ruso, o chino, en “La Meca “del cine es mínimo. Fue la Unión
Soviética quien llevo la mayor la carga
en la derrota del fascismo y la liberación de Europa.
Ahora ¾ de siglo después que
Hitler decidiera volarse la cabeza y no ser capturado por el Ejército Rojo,
vemos un “florecimiento” en el mundo de
agrupaciones ultraderechistas que reivindican el lenguaje y la simbología del
fascista.
Parafraseando al Viejo Topo, a
veces la historia se repite unas veces como tragedia y otras como comedia, pero
en este caso, estos neofascistas son comedia y tragedia al mismo tiempo; el
fascismo original era profundamente estatista y centralizador en lo económico,
los nuevos ultraderechistas son hoy en día “liberales económicos”, el fascismo
logro movilizar a amplias masas de las capas medias y el proletariado
disputándoselas a los partidos comunistas. Hay que siempre diferenciar muy bien
a los clásicos reaccionarios de los fascistas, la reacción clásica busca volver
a un pasado previo a la revolución francesa o la Bolchevique, los fascistas en
ese sentido se desmarcan de las derechas clásicas, ellos no buscan volver al
viejo orden, buscan un nuevo orden, por supuesto anticomunista, de conciliación
de clases, y de culto al nacionalismo extremo, con hondas raíces en el
irracionalismo de filósofos como Scheeling, Nietzsche y HS Chamberlain (no confundir con Neville
Chamberlain)
Hoy los neonazis no logran esa
capacidad e movilización de masas y son más bien la fuerzas de choque de gobiernos
burgueses. Nunca olvidemos la alianza de
los Socialdemócratas alemanes de Friederich Ebert con los Freikorps y el
ejército alemán para matar a Rosa Luxemburgo y los espartaquistas.
El fascismo fue un movimiento que
recompuso a los debilitados estados burgueses de buena parte de Europa,
amenazados por la Revolución Bolchevique, hoy estos grupos neonazis, mas “tribus
urbana ultraderechista” no tienen que recomponer ningún debilitado estado
burgués, son más bien la fuerza de choque, y asi se ve en el caso Ucraniano, de
las ambiciones expansionistas de la OTAN al este de Europa; recordemos el caso
del General Reinhard Gehlen, jefe de la contrainteligencia germana en el frente
ruso, quien con armas y bagajes al final de la Guerra se paso al bando
Norteamericano y puso toda la red de espionaje nazi en Europa oriental al
servicio de la OTAN, en la famosa operación “paperclip”
, además de ser fundador y jefe por muchos años del servicio de espionaje
de la República Federal Alemana , la BND.
Mucho del repunte de estos nuevos
fascismos y ultraderechismo, es la responsabilidad de muchos partidos obreros,
comunistas y revolucionarios de Europa, que ante la contrarrevolución en la
URSS, abandonaron toda política revolucionaria y cayeron en el
reinvindicativismo identitario, en los ecologismos y movimientismo; renunciaron
a cambiar el mundo, a luchar por las
necesidades fundamentales de la clase obrera; adoptaron el programa y lenguaje
del liberalismo individualista burgués. En vez de cambiar el mundo, el mundo
burgués los cambio , y ese hueco fue llenado por las derechas en todas sus
presentaciones .
Hoy la guerra en Ucrania es otro
eslabón mas del ciclo inaugurado por la
caída del campo socialista, que reactivo la luchas por los espacios
geopolíticos y económicos, a la promesa hecha al inepto Gorbachov en 1991 de no
expandir la OTAN al este , si se permitía la reunificación alemana, división
provocada no por la URSS sino por los occidentales; esta ha avanzado 2.400 kilómetros en línea
recta hacia las fronteras rusas y era
obvio que el capitalismo ruso, ya con más fuerzas, no iba a permitir que esto
siguiera avanzando, pues es un secreto a voces la intención de la OTAN de usar
el carácter multiétnico de Rusia para lograr su implosión interna, así como se
hizo con Yugoeslavia.
Si Zelensky hubiera sido un
burgués con neuronas, con garantizar a Rusia su no intención de ingresar a la
OTAN, el conflicto no hubiera estallado, y esto no es un disparate, pues es lo
que ha hecho Finlandia desde 1945.
Pero su aval a grupos neonazis
declarados, su torpeza, su función de peón de las ambiciones otanistas, dejan a
Zelensky pese a la propaganda de la OTAN, como un demagogo irresponsable. Los
payasos en política, no son más que payasos en política, aunque en el proceso de
sus payadas provocan tragedias y también beneficios.
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